miércoles, 21 de marzo de 2012

MEMORIA: LA INSURRECCIÓN DE BARRANCAS

Las revueltas obreras que se desataron a partir de 1919 en el Chaco Santafesino contra la empresa maderera La Forestal tuvieron en vilo a todo el proletariado argentino. Al pago con vales, torturas y explotación a destajo se interpondrían las huelgas, sabotajes y enfrentamientos armados en los montes. Para muchos, estos hechos, junto con la insurrección de los trabajadores de los talleres Vassena en Buenos Aires, conocida como “La Semana Trágica”, eran el comienzo de la Revolución Social en Argentina. Cientos de militantes subían el Paraná para sumarse a la agitación obrera cada vez más radical. Aquí en Rosario, en Buenos Aires o en Posadas, las acciones, huelgas y mitines se multiplicaban.

A 80 kms. al norte de esta ciudad se encuentra el pueblo de Barrancas contando hoy con 7000 habitantes aproximadamente. En 1920 era un caserío alrededor de las vías del tren que se vería sacudido de su modorra provinciana por la actividad solidaria de los trabajadores. El 2 de marzo de ese año, unas 40 personas asaltaron y destrozaron comercios procurandose armas. A tiro limpio se enfrentaron con la policía reduciéndola, tomando la comisaría mientras algunos se encargarían de cortar las líneas telegráficas. Pero el objetivo principal no estaba cumplido. La información manejada por los rebeldes establecía que el tren pasaría transportando al “12 de Infantería” a las ordenes del hipócrita coronel Juan Domingo Perón para reprimir a los trabajadores de La Forestal. Así, con la fuerza de la solidaridad de clase torcieron las vías y a la hora señalada el tren terminaría descarrilado.

¿Qué pasó después?
Los bravos barranqueños fueron vencidos y 33 de ellos conducidos a la Cárcel de Las Flores en Santa Fe capital donde 31 pasarían 5 años y medio tras las rejas y los dos restantes, 8 años y medio. A instancias del oligarca local Waldino Maradona (hermano del notable medico Dr. Esteban Laureano Maradona) se crearía el Sindicato Unido de Estibadores, organización gremial concebida para ser adicta a la patronal y no generar ninguna interpelación al capital. A pesar de la represión después de estos hechos la praxis anarquista seguiría por lo menos 2 décadas mas a través de la Sociedad de Resistencia de Estibadores adherida a la F.O.R.A del V Congreso. Lamentablemente el tren descarrilado no transportaba a Perón y su tropa. Al contrario, los milicos harían sentir bien fuerte su mano asesina sobre los dignos insurgentes de La Forestal, provocando una masacre que, con toda la fuerza de la obsecuencia, la historiografía nacional no ha querido determinar el número de víctimas.

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